Hoy, el Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales, en colaboración con la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) dieron a conocer los resultados de la décima ronda del Termómetro de la Salud Mental en Chile. Este estudio, basado en un diseño longitudinal único en el país, ha monitoreado desde 2020 la salud mental de una muestra representativa de la población chilena, permitiendo observar cambios en el tiempo y comprender los factores que influyen en el bienestar psicológico.
Entre los hallazgos más relevantes de esta nueva ronda, realizada entre octubre y noviembre de 2024, se destaca que la delincuencia sigue siendo el principal factor estresor para la población, mencionada por el 59.5% de los encuestados. Aunque este valor refleja una disminución significativa en comparación con mediciones previas, sigue siendo el estresor predominante, seguido por preocupaciones económicas, que afectan al 43% de la población, y el cambio climático, con un 41% de menciones. Por otro lado, factores como el contagio por COVID-19 han dejado de ser una preocupación significativa para los chilenos, cayendo a niveles mínimos.
En términos de bienestar emocional, los indicadores de ansiedad y depresión muestran leves aumentos en comparación con la ronda anterior. Un 18.7% de los encuestados presentó síntomas moderados o severos de depresión, marcando un incremento de 3.3 puntos porcentuales respecto a abril de 2024. Las mujeres siguen presentando una prevalencia significativamente mayor que los hombres, y los grupos etarios más jóvenes son los más afectados. Por su parte, los problemas de ansiedad moderada o severa afectan al 25.2% de la población, reflejando una tendencia estable a lo largo del tiempo.
El apoyo social percibido continúa mostrando una mejora sostenida, con un 56% de los participantes reportando un nivel alto de apoyo, la cifra más alta registrada en todas las rondas del estudio. Este resultado contrasta con los indicadores de soledad, que, aunque han mejorado en comparación con fines de 2023, siguen afectando al 18% de los encuestados, especialmente a mujeres y adultos de mediana edad.
En cuanto a los hábitos de vida, se observa una reducción en el sedentarismo, con un 23% de la población reportando no haber realizado ninguna actividad física en la última semana. Además, los niveles de insomnio moderado o severo se han mantenido estables en un 8.4%, mientras que el consumo de alcohol de riesgo ha aumentado, alcanzando al 9.5% de los encuestados.
Revisa la presentación completa a continuación:
O bien puedes revisar la presentación a continuación: