4 de junio, 2024
David Bravo, director del Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales, en un compromiso constante con el análisis de la economía chilena, ofrece un análisis detallado de la situación del país en materia de empleo. En su más reciente informe, Bravo expuso un panorama alarmante del estado actual del mercado laboral chileno, subrayando la necesidad de revisar y mejorar los indicadores tradicionales utilizados para medir la salud económica del país.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la tasa de desocupación se sitúa en un 8,5% para el trimestre febrero-abril de 2024. Sin embargo, Bravo señaló que esta cifra subestima la realidad, ya que la menor búsqueda de empleo desde el inicio de la pandemia ha distorsionado los indicadores tradicionales. En este sentido, la tasa de ocupación ha retrocedido una década, volviendo a niveles observados en junio-agosto de 2014. En términos concretos, se estima un déficit de 175 mil empleos, con una tasa de desocupación corregida que asciende al 10,1%. Este déficit afecta desproporcionadamente a hombres, jóvenes entre 15 y 24 años, y personas mayores de 55 años. A pesar de que las mujeres han recuperado sus empleos en mayor proporción, la tasa de ocupación masculina sigue siendo inferior a la pre-pandemia.
El impacto por nivel educacional también es significativo. Los trabajadores con menor nivel de educación han sido los más afectados, con grandes déficits en los empleos para aquellos con educación básica y media incompleta. Geográficamente, las regiones del sur y centro del país, excluyendo la Región Metropolitana, muestran el mayor rezago en la recuperación del empleo pre-pandemia.
A nivel internacional, Chile se encuentra entre los países más rezagados en la recuperación del empleo en América Latina, junto a Belice y Panamá. A nivel global, es uno de los países con peor desempeño en el mercado laboral post-pandemia. David Bravo enfatizó que, aunque ha habido algunas mejoras recientes, las proyecciones de crecimiento para 2024 y 2025 no son lo suficientemente optimistas para asegurar la recuperación de la tasa de ocupación previa a la pandemia.
El déficit de empleo juvenil y el impacto de la Pensión Garantizada Universal (PGU) en la participación laboral de los mayores de 65 años son temas que requieren atención urgente. A pesar de la política de gratuidad en la educación superior, hay menos jóvenes estudiando ahora que antes de la pandemia, lo que agrava aún más la situación laboral juvenil.
David Bravo considera imperante reconocer y abordar la crisis del mercado laboral. La complacencia y la falta de medidas efectivas podrían empeorar la situación, afectando negativamente la economía y el bienestar de la población chilena. Es importante reconocer que el mercado laboral chileno enfrenta una emergencia no declarada que necesita una respuesta política urgente y adecuada.
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